viernes, 19 de octubre de 2012

INMIGRANTES: NINGUN SER HUMANO ES ILEGAL REZA EL QUE SABE DE HUMANIDAD

PORQUE ...

...tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, fui forastero y me hospedaste, estuve desnudo y me vestiste, enfermo y me visitaste...
Pero, dice EL Señor, cuando lo hiciste con uno de estos...
Así, como no somos buenos capaces de discernir quién sí merece o no el amor y cuidado o bien que damos, como no somos jueces ni sabios ni justos, debemos entonces... ser buenos, generosos, compasivos y más para, tener la sensibilidad necesaria para entender, sentir, dolerse, moverse por aquél forastero que, dejando su casa, su patria y su familia, tiene que emigrar en busca del sustento... tiene que ir a donde halla de donde sacar para alimentar a los suyos, proveerles y darles lo necesario para vivir

Si bien es triste cierto que, muchos , muchísimos inmigrantes cruzan la patria con la intención de salvar el pellejo y llegar al sueño y ahí aliarse a violentos que les den poder en tierra extraña y medios capaces de hacerles ser, lo que no son en su casa.

También, que muchos cruzan esperanzados en que al llegar al otro lado podrán ser aceptados y prontamente empleados para volver a la casa que llevan en el corazón, a mirar las sonrisas de las caras sucias que dejaron atrás, de cambiar las ropas desgarradas de los que esperan por el vestido  y mejor aún, por el plato de sopa o arroz seguro por fin que tener para no morir en lástima ante la indolencia de su medio... miserable.

Muchos que, en su esperanza corren tras la oportunidad seguros que, al alcanzarla  cierto han de regresar con el puñado en la mano para recomenzar, con la sonrisa amarilla en el rostro y ojos brillantes a ofrendar a sus queridos el esfuerzo y compartirlo, proveerles, darles lo que no han tenido .

Desgracia venida de maldad humana que,  al aventurarse por el cambio de vida, se encuentren con la crueldad más vil del humano que esclaviza a su hermano, que sin importarle la pobreza y miseria de la causa que le mueve a ir tras la esperanza, decide romperla, aplastarla  deteniendo su paso para usarle de esclavo, exprimirle hasta el pescuezo con tal de sangrarle todo lo que su codicia desea, todo lo que la crueldad más baja le permite usar en su condición de ventaja, el abuso total de aquél que lejos de su casa, patria, preso de la ignorancia y desvalido, está a la merced de la rapiña del que sacia su avaricia con el pobre y necesitado,  despedazando su sueño y engrandeciendo su desgracia al usarle en comercio humano.

Cada inmigrante es producto de un fracaso social, de una patria que no provee, de un  medio seco que no da ni que llevarse a la boca, cada ser humano que cruza en bien y por trabajo la tierra en busca del sustento y es pisoteado, aplastado, usado, brutalizado, comerciado, explotado... ha caído en manos del diablo.

Porque el mal no se presenta con cuernos y cola sino que, se mete en el humano que decide tomarlo.

Así, el pobre que cae en sus manos, debe resistir su suerte y muchas veces esperando la muerte , ojalá tengan el valor de pasar el cruce en resistencia tal que esperen en Dios que, finalmente hará justicia .

El Señor nos entregó la tierra a todos, nos la dió para vivir y hemos hecho de ella una frontera y hemos dictado quien si y quien no tiene derecho a vivir, quien es digno de ser persona o quien para ser cazado a punta de rifle y apuntado al escarnio y ejemplo temerario de aquél que sueñe con el sueño que no se deja de presumir, exhibir y hacer motivo de deseo obtener para todo aquel que no tiene nada o poco o puede triunfar en esa tierra que dicen, mana leche y miel...

Quien no quiere llegar, quien no quiere lograr no solo alcanzar sino tener la oportunidad de trabajar que... por causa de los que cruzan por maldad, poder, ambición, lujuria, ansias de riqueza... los que buscan el sustento y la providencia para sus hambrientos , son los caídos que, en este mundo el violento mata y el pacífico cae por tierra al no devolver mal por mal...

Estamos obligados a ser condolentes con los demás, con todo ser humano que cruza la patria y toda patria en busca de sustento que  no todos tienen la misma suerte y producto somos de la mala desición, que el medio no de y la tierra infertil no haga crecer ni el elote para comer.

Estamos obligados a movernos a compasión por todo aquel hombre, no se diga mujer y Dios nuestro niños que, huyendo del hambre, la persecución, la desgracia, el abuso, la catástrofe... tiene que emigrar en busca de donde vivir en paz.

Estamos obligados a que nuestro corazón sienta su dolor, de reconocer una frente transtornada por la tensión del sufrimiento que dejó atrás en espera de consuelo mientras que sale a buscar como saciar esa sed, esa hambre, esa necesidad.

Al volver la vista al inmigrante cuando le vemos venir o pasar, pretender ignorarle para que no me pida ni se me acerque ni me toque ni se dirija a mi ni a los mios ni a cosa mía ni nada mío... debemos recordar que todos estamos expuesto a una situación igual que, entre más encumbrada sea la torre, más azotada será por el viento, con más fuerza caerá  a estrellarse por tierra...

Debemos recordar a Jesús cuando dijo:  "buenaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia" ... así, cuando estemos frente a su bondad , su resplandeciente santidad fuente de amor y paz y nos pregunte, ¿ que hiciste al ver a JUAN N, ese inmigrante mira, que paso aquel día frente a ti...? y nos exponga el día, hora y momento en que torcimos la boca, alzamos los ojos y vociferamos maldición, nos invadió la ira celosa de verles invadir el paso nuestro y como odiamos su miseria...

Que ha de ser de nuestra suerte si a razón de esto nos pregunta el Señor, si deseamos misericordia de su santidad, cuán misericordiosos fuímos... 

Si odiamos verles y ni la miseria más profunda del indígena nos conmovió y  las pequeñas manos del pobre que sonriente inocente estiraba su palma a tocar nuestro vidrio en carro o invadir nuestro paso por el peso o el centavo y deseamos quitarlo puntapié...¡y claro!, no le dimos ni una sonrisa...

Qué, no solo el extranjero es inmigrante, aún esos serranos que, muriendo de hambre en casa bajan de su soledad a buscar el pan...


...Porque tuve hambre, y no me diste  de 

comer; tuve sed, y no me diste de beber; 

 fuí forastero, y no me recogiste...  (Mat 25:31-46)

Pero... en qué aprietos me he de hallar cuando no solo no hice todo aquello que esperaba usara yo de misericordia sino que, además, encima, abuse... destruí la esperanza y devolvía aún más desgraciado a aquél por el que esperaba el hambriento, la pobreza, la miseria, la casa...

¿Qué ha de ser de mí si pudiendo no ayudo y si no ayudo pudiendo y además me ensorbezco brutal de poder contra el otro que se en desventaja y por el que nadie me reclamará?

Excelente oportunidad de mostrar mi capacidad de ser humano... de compasión, de caridad, de misericordia, de ver en aquel el reflejo mío, de esa mujer a la madre mía de esos niños a los hijos míos...

Hoy día, miles entregados están a las fronteras y al paso proveyendo a los que saben en estado de desgracia para socorrerles en su peregrinar por mejor vida,  hoy día hay padres blancos y de tantos colores dando su vida por aquellos que esperanzados no reconocen fronteras que la miseria apremia y la familia espera... 

No seamos desgracia para el desgraciado,  miseria para el miserable,  maldad para el desvalido,  no seamos uno más que en sitio por ahora seguro, en cerca la casa y a lo mejor no mucho dinero pero suficiente para comer hasta la próxima  somos más afortunados que el que no solo vale las tristes monedas que carga para llegar al trabajo en otro lado sino, que vale la esperanza de los que esperan por su triunfo, de los que esperanzados oran por verle volver con manos llenas dándole por hecho cuando ya salió por la puerta, el orgullo del pequeño que  en muchos casos no sabe ni imagina que el que se fue no volverá porque ha sido presa del buitre que en rapiña le esperaba al pasar y al paso del tiempo al no verle regresar,  concluye dolido que... ha sufrido el abandono de aquel que salió a trabajar.

Todos cabemos en el mundo pero, la injusticia, la incapacidad intelectual, la incapacidad de servicio, la incapacidad de ser humanos con interés en nuestro medio, sociedad, gentes y deseo sincero de que todos seamos capaces y autosuficientes y  demos a los nuestros lo que seguro, otros consiguen ya  con lo mismo o parecido...  nos tiene a muchas naciones con  miles, millones en todo el orbe buscando como encontrar los medios para sobrevivir en la mayoría de los casos y en menos, como proveer a quien se quedó atrás.

Condolámonos con los inmigrantes que,  no esta en nosotros juzgar su paso sino mostra nuestra compasión, misericordia,  capacidad humana al solidarizarnos con aquél que debemos entonces imaginar esperan otros de misma condición verle regresar con más y recibir de lejos lo necesario para el sustento, igualmente que, si es mujer aquella mucho más seguro es que va por sus hijos al mundo, si son niños Dios los ampare porque desvalidos en tierra extraña con inocentes con ellos son presa fácil del fuego devorador del enemigo anidado en el que se deja usar por maldad.

Seamos pues, solidarios y mostremos la generosidad humana y reflejo nuestro de que, podemos ser uno de ellos.

NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL... cuando ha ido por bien, a trabajar en paz... por el bien.

También el dulce bien hubo que emigrar, también compartió la suerte del que dejo patria ,  aún somos inmigrantes todos en el paso a la vida eterna y no permitamos que el adversario de Cristo nos corte el camino al cielo...que, el amado bien fue inmigrante, perseguido, amado, acusado, tentado...

Recordemos siempre pues que somos inmigrantes de paso en esta vida, camino a Dios.


VIVE JESÚS, EL SEÑOR